Son momentos para alentar la esperanza
Ante un mundo lleno de sufrimiento e injusticias, no podemos cerrar los ojos, no podemos pasar de largo. Se trata de afinar la mirada -como el buen samaritano- y de curar y cuidar. Y volver a estar presente. Y llevar a cada persona en el corazón.
Luis Arancibia, delegado del sector social de la Compañía en España, nos ayuda a no quedarnos en el hacer, en la tarea concreta sino mirar el fondo de nuestro compromiso y entender que el trabajo por la justicia es un regalo, un don que Dios nos hace.
Escucha su conferencia del pasado 7 de marzo: Una espiritualidad que trabaja por la justicia, y llena esta cuaresma de gestos simbólicos que hable de ti y de Dios.